LAS EX-PAREJAS EXPLICADAS BY EL MENTOR


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domingo, 30 de noviembre de 2008

Una familia disfuncional

Una familia disfuncional es aquella en que los miembros juegan papeles rígidos y en la cual la comunicación esta severamente restringida a las declaraciones que se adecuan a estos roles. Los miembros no tienen libertad para expresar todo un espectro de experiencias, deseos, necesidades y sentimientos, sino que deben limitarse a jugar un papel que se adapte a los demás miembros de la familia. En todas las familias hay papeles, pero a medida que cambian las circunstancias, los miembros también deben cambiar y adaptarse para que la familia siga siendo saludable. De esa manera, la clase de atención materna que necesita una criatura de un año será sumamente inadecuada para un adolescente de trece años, y el papel materno debe alterarse para acomodarse a la realidad. En las familias disfuncionales, los aspectos principales de la realidad se niegan, y los papeles permanecen rígidos.
Cuando nadie puede hablar sobre lo que afecta a cada miembro de la familia individualmente y a la familia como grupo – es más, cuando tales temas son prohibidos en forma implícita (se cambia el tema) o explícita (“¡Aquí no se habla de esas cosas!”)- aprendemos a no creer en nuestras propias percepciones o sentimientos. Como nuestra familia niega la realidad, nosotros también comenzamos a negarla. Y eso deteriora severamente el desarrollo de nuestras herramientas básicas para vivir la vida y para relacionarnos con la gente y las situaciones. Es ese deterioro básico lo que opera en las mujeres que aman demasiado. Nos volvemos incapaces de discernir cuando alguien o algo no es bueno para nosotras. Las situaciones y la gente normalmente que otros normalmente evitarían por peligrosas, incómodas y perjudiciales no nos repelen, porque no tenemos manera de evaluarlas en forma realista o autopretectora. No confiamos en nuestros sentimientos, ni los usamos para guiarnos. En cambio, nos vemos arrastradas hacia los mismos peligros, intrigas, dramas y desafíos que otras personas con antecedentes sanos y equilibrados naturalmente evitarían. Y por medio de esa atracción nos dañamos más. Porque gran parte de aquello hacia lo cual nos vemos atraídas es una réplica de lo que vivíamos mientras crecíamos. Volvemos a lastimarnos una y otra vez.
Nadie se convierte en una mujer así, una mujer que ama demasiado por casualidad. Crecer como miembro femenino de esta sociedad y en una familia así puede generar algunos patrones previsibles.

SI SUFRO POR TI, ¿ME AMARÁS?

SI SUFRO POR TI, ¿ME AMARÁS?

Niña, niña, por favor, no te vayas.
Creo que me está excitando
esta depresión.

Canción del último blues


Mi querida Madre

Madre, querida madre,
Cuando pienso en ti
Quiero ser
Todo lo que es bueno
Lo que es verdadero
Lo que es digno
Noble o maravilloso
Ha venido de ti, Madre,
De tu mano que me guía


- Siempre pensé que mi madre era perfecta, tal vez porque yo necesitaba tanto que lo fuera. La convertí en la madre que yo quería y luego me dije que yo sería exactamente como ella. ¡En qué fantasía vivía! – Lisa sacudió la cabeza y prosiguió-. Yo nací cuando ella y mi padre estaban más enamorados que nunca, por eso fui su favorita. Aunque ella decía que nos quería a todos por igual, yo sabía que era muy especial para ella. Siempre pasábamos juntas todo el tiempo que podíamos. Cuando yo era muy pequeña supongo que me cuidaba, pero después de un tiempo intercambiamos los roles y yo empecé a cuidar de ella.
“Mi padre se comportaba de una manera horrible, la mayor parte del tiempo. La trataba con grosería y perdía todo nuestro dinero en el juego. Tenía un buen sueldo como ingeniero, pero nosotros nunca teníamos nada y siempre estábamos mudándonos.
“¿Sabe? Ese poema describe la forma en que yo quería que fuera mucho más que como era en realidad. Finalmente comienzo a ver eso. Toda mi vida quise que mi madre fuera la persona que describe ese poema, pero la mayor parte del tiempo ella no podía siquiera acercarse a ser mi madre ideal porque estaba ebria. Siendo muy joven aún, comencé a darle todo mi amor y todas mis energías, con la esperanza de recibir lo que necesitaba de ella, de recibir lo que yo estaba dando. – Lisa hizo una pausa y sus ojos se empañaron un momento-. Estoy aprendiendo todo esto con la terapia, y a veces duele mucho ver cómo fue en realidad en lugar de cómo siempre pensé que podía lograr que fuera.
“Mi madre y yo éramos muy unidas, pero a muy temprana edad (tanto que ni siquiera recuerdo cuándo sucedió) comencé a actuar como si yo fuera la madre y ella, la hija. Me preocupaba por ella y trataba de protegerla de mi padre. Hacía pequeñeces para alegrarla. Me esforzaba por hacerla feliz porque ella era todo lo que tenía. Sabía que me quería porque a menudo me decía que me sentara a su lado y nos quedábamos así mucho tiempo, muy juntas y sin hablar en realidad, simplemente abrazadas. Ahora, al recordarlo, me doy cuenta de que siempre temí por ella, algo que yo debía haber sido capaz de evitar si tan sólo hubiese tenido el cuidado suficiente. Es una manera dura de vivir cuando uno está creciendo pero nunca conocí otra cosa. Y tuvo su efecto. Cuando era adolescente, comencé a tener graves episodios de depresión.
Lisa rió suavemente.
- Lo que más me asustaba de la depresión era que cuando me sucedía no podía cuidar bien a mi madre. Verá, yo era muy concienzuda… y tenía tanto miedo de dejarla, aunque fuese sólo por un momentito. La única forma de dejarla era aferrarme a otra persona.
Lisa trajo el té en una bandeja laqueada roja y negra y la colocó en el suelo, delante de nosotras.
- A los diecinueve años, tuve la oportunidad de ir a México con dos amigas. Era la primera ve que dejaba a mi madre. Nos quedaríamos tres semanas, y la segunda semana que estuve allí conocí a aquel mexicano tremendamente apuesto que hablaba inglés a la perfección y era muy galante y atento conmigo. En la tercera semana de mis vacaciones, todos los días me pedía que me casara con él. Decía que estaba enamorado de mí y que no soportaba la idea de estar sin mí ahora que me había encontrado. Bueno, quizás ese fuera el mejor argumento para usar conmigo. Me refiero a que me decía que me necesitaba, y todo en mí respondía al hecho de ser necesitada. Además, creo que en algún nivel yo sabía que tenía que alejarme de mi madre. En casa todo era oscuro, deprimente y sombrío. Y aquel hombre me prometía una vida maravillosa. Su familia era adinerada. Él tenía una buena educación. No hacía nada, por lo que yo veía, pero yo creía que era porque tenían tanto dinero que él no necesitaba trabajar. El hecho de que él tuviera todo ese dinero y aún así creyera necesitarme para ser feliz me hacía sentir inmensamente importante y útil.
“Llamé a mi madre y se lo describí entusiasmada. Ella me dijo: “Confío en que tomes la decisión correcta”. Pues bien, no debió hacerlo. Decidí casarme con él, lo cual fue definitivamente un error.
“Verá, yo no tenía idea de lo que sentía con respecto a nada. No sabía si lo amaba ni si él era lo que yo quería. Sólo sabía que al fin había alguien que decía que él me amaba a mí. Yo había salido con muy pocos muchachos, no sabía casi nada de los hombres. Había estado demasiado ocupada encargándome de las cosas en casa. Estaba tan vacía por dentro, y aquella persona me ofrecía lo que me parecía una enormidad. Y decía que me amaba. Durante tanto tiempo había sido yo quien daba amor, y ahora parecía haber llegado mi turno de recibirlo. Y justo a tiempo. Sabía que estaba casi totalmente agotada, que no me quedaba nada para dar.
“Bueno, nos casamos de prisa, sin que lo supieran sus padres. Ahora parece algo muy loco, pero en aquel momento parecía demostrar lo mucho que me quería… que estaba dispuesto a desafiar a sus padres con tan de estar conmigo. Entonces yo pensaba que se rebelaba al casarse conmigo, una rebelión suficiente para enfurecer a sus padres, pero no tanto como para que lo echaran. Ahora lo veo de otra manera. Después de todo, él tenía secretos que guardar respecto a su identidad y conductas sexuales, y el hecho de tener una esposa lo hacía aparecer más “normal” que el no tenerla. Supongo que a eso se refería al decir que me necesitaba. Y, por supuesto, yo fui una elección perfecta, pues al ser estadounidense siempre resultaría fuera de lugar, sospechosa. Cualquier otra mujer, especialmente de su propia clase social, al ver lo que yo vi, tarde o temprano se lo habría dicho a alguien. Entonces toda la ciudad se habría enterado. Pero, ¿a quién iba a decírselo yo? ¿Quién hablaba conmigo? ¿Y quién iba a creerme?
“Sin embargo, no creo que nada de eso haya sido deliberado o calculado de su parte, como no lo eran mis motivos para casarme con él. Simplemente encajábamos juntos y, al principio, pensamos que era amor.
“De todos modos, después de la boca, ¿adivine qué paso? ¡Tuvimos que ir a vivir con aquella gente que ni siquiera estaba al tanto de nuestro matrimonio! Oh, fue horrible. Ellos me odiaban y yo tenía la impresión de que hacía ya cierto tiempo que estaban enfadados con él. Yo no hablaba una palabra de español. Todos en su familia sabían hablar inglés, pero no querían. Yo estaba totalmente desconectada y aislada, y desde el comienzo tuve mucho miedo. Él me dejaba sola por las noches con mucha frecuencia, de modo que me quedaba en nuestra habitación y finalmente aprendí a dormirme, hubiera llegado él o no. Yo ya sabía sufrir. Lo había aprendido en casa. En cierta forma, creía que esa era el precio que debía pagar por estar con alguien que me amaba, que eso era lo normal.
“A menudo él regresaba borrado y cariñoso, pero eso era realmente horrible. Yo podía sentir el perfume de otras mujeres en él.
“Una noche, yo ya había estado dormida por algún tiempo y me despertó un ruido. Allí estaba mi esposo, borracho, admirándose frente al espejo, con mi bata puesta. Le pregunté qué estaba haciendo y me dijo: “¿No crees que me veo bonito?”. Hizo un gesto femenino y vi que tenía los labios pintados.
“Finalmente, algo se cortó. Supe que tenía que salir de allí. Hasta entonces había sido desdichada, pero estaba segura que la culpa era mía, de que, de alguna manera, yo podía ser más cariñosa y hacer que él deseara quedarse conmigo, hacer que sus padres me aceptaran e incluso que me tuvieran cariño. Estaba dispuesta a esforzarme más, al igual que con mi madre. Pero eso era diferente. Eso era una locura.
“No tenía dinero ni manera de conseguirlo, entonces al día siguiente le dije que si no me llevaba a San Diego contaría a sus padres lo que había hecho. Mentí y le dije que ya había llamado a mi madre y que ella me esperaba, y que si me llevaba allá no volvería a molestarlo. No sé de dónde saqué el coraje, porque en realidad pensaba que él me mataría o algo así, pero dio resultado. Él tenía mucho miedo de que sus padres se enteraran. Me llevó hasta la frontera sin decir palabra y me dio dinero para un pasaje en autobús a San Diego y unos quince dólares. Así fue como terminé en San Diego, en casa de una amiga. Me quedé allí hasta que conseguí empleo y después alquilé una vivienda con tres personas más e inicié un estilo de vida bastante loco.
“A esa altura ya no tenía absolutamente ningún sentimiento propio. Estaba completamente insensibilizada. Pero seguía sintiendo aquella tremenda compasión, la cual me metió en muchos problemas. En los siguientes tres o cuatro años salí con muchos hombres sólo porque sentía pena por ellos. Tuve suerte de que las cosas nunca escaparan a mi control. La mayoría de los hombres con los que me involucré tenían problemas de drogas o de alcohol. Los conocía en fiestas y, ocasionalmente, en bares, y ellos también parecían necesitan que los comprendiera, que los ayudara, y eso era como un imán para mi.
La atracción que sentía Lisa hacia esa clase de hombres tenía sentido perfectamente desde el punto de vista de su historia con su madre. Lo más cercano al hecho de ser amada que había experimentado Lisa consistía en ser necesitada, de modo que cuando un hombre parecía necesitarla, en realidad le estaba ofreciendo amor. No era necesario que fuera amable, generoso ni cariñoso. El hecho de que estuviera necesitado bastaba para reavivar los viejos sentimientos que ella ya conocía e incitar su reacción de proporcionar cuidados.
La historia de Lisa continuaba.
- Mi vida era un desastre, y también la de mi madre. Sería difícil decir cuál de las dos estaba más enferma. Yo tenía veinticuatro años cuando mi madre dejó de beber. Lo hizo de la manera más difícil. Sola en la sala, hizo esa llamada a A.A. y pidió ayuda. Enviaron a dos personas que hablaron con ella y la llevaron a una reunión esa tarde. Desde entonces no ha bebido más.
Lisa sonrió ligeramente por el coraje de su madre.
- Realmente debió de llegar a ser insoportable, porque era una dama muy orgullosa, demasiado orgullosa para llamar a menos que estuviera desesperada. Gracias a Dios, yo no estuve allí para verlo. Seguramente me habría esforzado tanto para hacerla sentir mejor que ella nunca habría recibido verdadera ayuda.
“Mi madre había comenzado a beber realmente mucho cuando yo tenía unos nueve años. Yo volvía de la escuela y ella estaba tendida en el sofá, dormida, con una botella a su lado. Mi hermana mayor se enojaba conmigo y me decía que yo no quería ver la realidad porque jamás admitiría lo mala que era, pero yo amaba demasiado a mi madre para permitirse siquiera advertir que ella estaba haciendo algo malo.
“Estábamos muy unidas, por eso, cuando las cosas empezaron a desmoronarse entre ella y papá, quise compensarla. Su felicidad era para mí lo más importante del mundo. Yo sentía que tenía que compensarla por las cosas que hacia mi padre y que la lastimaban, y lo único que yo sabía hacer era ser buena. Entonces, era buna en todas las maneras que sabía serlo. Le preguntaba si necesitaba ayuda con algo. Cocinaba y limpiaba sin que me lo pidiera. Trataba de no necesitar nada para mí.
“Pero nada daba resultado. Ahora comprendo que yo asumía dos fuerzas de increíble poder: el deterioro del matrimonio de mis padres y el creciente alcoholismo de mi madre. No tenía oportunidad de solucionarlo, por eso no evitaba que lo intentara… y que me culpara a mí misma cuando fracasaba.
“Verá, la infelicidad de mi madre me dolía mucho. Y sabía que había áreas en que yo podía mejorar. Mi trabajo en la escuela, por ejemplo. En eso no me iba demasiado bien porque, por supuesto, en casa estaba bajo mucha presión, tratando de cuidar a mi madre, preparando las comidas y finalmente trabajando afuera para ayudar. En la escuela sólo me quedaban energías para un trabajo brillante por año. Lo planeaba con esmero y lo mostraba para que las maestras vieran que no era idota. Pero el resto del tiempo apenas pasaba. Ellas decían que no me esforzaba de verdad. ¡Ja! No sabían cuánto me esforzaba… para mantener todo bien en casa. Pero mis calificaciones no eran buenas, y mi padre gritaba y mi madre lloraba. Yo me culpaba por no ser perfecta. Y seguía esforzándome más que nunca.
En un hogar gravemente disfuncional como este, donde hay dificultades aparentemente insalvables, la familia se concentra en otros problemas más simples, que en cierto modo prometen ser solucionables. De esta manera, el trabajo y las calificaciones escolares de Lisa se convirtieron en el foco de atención de todos, incluso de Lisa misma. La familia necesitaba creer que ese problema, de ser rectificado, traería armonía.
Había una intensa presión sobre Lisa. No sólo trataba de solucionar los problemas de su padre al tiempo que cargaba con las responsabilidades de su madre, sino que también se identificaba como la causa de esa desdicha. Debido a las proporciones monumentales de su tarea, nunca experimentó el éxito, a pesar de sus esfuerzos heroicos.
Naturalmente, su sentido del propio valor se resintió en forma terrible.
- Una vez llamé a mi mejor amiga y le dije: “Por favor, déjame hablarte. Si quieres, puedes leer un libro. Sólo necesito a alguien del otro lado de la línea”. ¡Ni siquiera creía merecer que alguien escuchara mis problemas! Pero ella me escuchó, por supuesto. Su padre era un alcohólico en recuperación que asistía a A.A. Me costaba muchísimo admitir que algo andaba mal, a menos que la culpa fuese de mi padre. Realmente le odiaba.
Lisa y yo bebimos nuestro té en silencio unos momentos mientras ella luchaba con amargos recuerdos. Cuando pudo continuar, dijo simplemente:
- Mi padre nos dejó cuando yo tenía dieciséis años. Mi hermana ya se había ido. Ella tenía tres años más que yo, y en cuanto cumplió los dieciocho consiguió un empleo de tiempo completo y se marchó de casa. Entonces quedamos solamente mi madre, mi hermano y yo. Creo que comenzaba a ceder a la presión que yo misma me imponía para mantenerla a salvo y feliz, y para cuidar a mi hermano. Entonces fui a México y me casé, volví y me divorcié, y después anduve con muchos hombres durante años.
“Unos cinco meses después de que mi madre ingresó al programa de A.A., conocí a Gary. El primer día que pasé un rato con él estaba drogado. Paseamos en el auto con mi amiga, que lo conocía, y él estaba fumando marihuana. Le agradé y me agradó, y ambos por separado nos pasamos esa información a través de mi amiga, de modo que pronto me llamó y vino a visitarme. Hice que pasara para mí mientras yo lo dibujaba, sólo por diversión, y recuerdo que me sentí abrumada de sentimientos por él. Era la sensación más poderosa que había tenido por un hombre.
“Otra vez estaba drogado y, sentado allí, hablando lentamente (usted sabe, como hablan bajo el efecto de la “hierba”), y tuve que dejar de dibujar porque mis manos empezaron a temblar tanto que no podía hacer nada. Sostenía el block de dibujo inclinado, apoyado sobre mis rodillas, para que él no pudiera ver cómo me temblaban las manos.
“Hoy sé que a lo que yo reaccionaba era al hecho de que él hablaba como lo hacía mi madre cuando había estado bebiendo todo el día. Las mismas pausas largas y palabras cuidadosamente seleccionadas que salían como demasiado recalcadas. Todo el amor y el cariño que yo sentía por mi madre se combinaban con mi atracción física hacia él como hombre apuesto. Pero por entonces yo no tenía ni idea de por qué estaba reaccionando así; entonces, por supuesto, lo llamé amor.
El hecho de que la atracción de Lisa hacia Gary y su relación con él empezaran poco tiempo después de que su madre dejara de beber no fue una casualidad. El vínculo que unía a ambas mujeres nunca se había cortado. Aun cuando las separaba una considerable distancia geográfica, su madre siempre había sido la primera responsabilidad y el vínculo más profundo para Lisa. Cuando la joven comprendió que su madre estaba cambiando, que se estaba recuperando de su alcoholismo sin su ayuda, reaccionó por miedo a que no la necesitaran. Pronto, Lisa estableció una nueva relación de profundidad con otro individuo adicto. Después de su matrimonio, su relación con los hombres habían sido superficiales, hasta que llegó la sobriedad de su madre. Se “enamoró” de un adicto, cuando su madre recurrió a Alcohólicos Anónimos en busca de ayuda y apoyo para recuperarse. Lisa necesitaba una relación con una persona activamente adicta para sentirse “normal”.
Lisa siguió describiendo la relación de seis años que tuvo con Gary. Gary se mudó al apartamento de ella casi de inmediato y dejó en claro, durante sus primeras semanas juntos, que en caso de que alguna vez tuvieran que elegir entre comprar droga y pagar el alquiler, para él la droga siempre estaría primero. Sin embargo, Lisa estaba segura de que cambiaría, que llegaría a valorar lo que tenían juntos y querría preservarlo. Estaba segura de que podría hacer que la amara como ella lo amaba.
Gary rara vez trabajaba y cuando lo hacía, fiel a su palabra, utilizaba sus ingresos para pagar la marihuana o el hachís más costosos. Al principio Lisa lo acompañó en el consumo de drogas, pero al ver que interfería con su capacidad para ganarse la vida lo dejó. Después de todo, era responsable por mantener a ambos, y tomaba su responsabilidad en serio. Cada vez que pensaba en decir a Gary que se marchara – después de que él había vuelto a sacarle dinero del bolso o cuando al volver, exhausto, de trabajo, encontraba una fiesta en el apartamento, o cuando él no había venido a casa en toda la noche – él compraba una bolsa de comida o la esperaba con la cena lista o le decía que había comprado un poco de cocaína especialmente para compartirla con ella, y la decisión de Lisa se esfumaba mientras se decía a sí misma que, después de todo, Gary la amaba.
Las historias que él le contaba de su niñez la hacían llorar de pena, y Lisa estaba segura de que, si lo amaba lo suficiente, podría compensarlo por todo lo que había sufrido. Sentía que no debía culparle ni hacerle responsable de su comportamiento, puesto que lo habían dañado cuando niño, y al concentrarse en remediar el pasado de Gary llegaba a olvidar su propio doloroso pasado.
Una vez, durante una discusión en que ella se negó a darle un cheque que le había enviado su padre como regalo de cumpleaños, Gary clavó un cuchillo en todos los cuadros del apartamento.
Lisa prosiguió con su historia.
- Por aquel entonces estaba tan enferme que llegué a pensar: “La culpa es mía; no debí hacer que se enojara tanto”. Seguía culpándome por todo, tratando de reparar lo irreparable.
“El día siguiente fue un sábado. Gary había salido un rato y yo estaba limpiando todo, llorando y tirando las pinturas de tres años. Tenía el televisor encendido para distraerme, y estaban entrevistando a una mujer que había sido golpeada por su esposo. No se le veía la cara, pero hablaba de cómo había sido su vida y describió algunas escenas bastante horribles y después dijo: “No me parecía tan malo porque yo aún podía soportarlo”.
Lisa sacudió la cabeza lentamente.
- Eso es lo que yo estaba haciendo: seguía en aquella situación terrible porque aún podía soportarla. Cuando oí a esa mujer, dije en voz alta: “¡Pero tú te mereces algo más de lo peor que puedas soportar!”. Y de pronto me oí y empecé a llorar mucho porque comprendí que yo también. Yo merecía más que el dolor y la frustración y la pérdida y el caos. Con cada pintura arruinada me dije: “Yo no viviré así”.
Cuando Gary volvió, sus cosas estaban empacadas, esperando afuera. Lisa había llamado a su mejor amiga, que había traído a su esposo, y esta pareja ayudó a Lisa a tener el coraje de decir a Gary que se marchara.
- No hubo una escena porque estaban mis amigos, por eso simplemente se marchó. Más tarde empezó a llamarme y a amenazarme, pero yo no reaccionaba de ninguna manera, de modo que después de un tiempo se dio por vencido.
“Sin embargo, quiero que entienda que no lo hice sola; me refiero a no reaccionar. Esa tarde, cuando todo había pasado, llamé a mi madre y le conté todo. Ella me dijo que comenzara a ir a las reuniones de A.A. para hijos adultos de alcohólicos. Solamente le hice caso porque estaba sufriendo demasiado.
Se trata de una comunidad de parientes y amigos de alcohólicos que se reúnen para ayudarse entre sí y a sí mismos a recuperarse de su obsesión por el alcohólico que hay en sus vidas. Las reuniones de hijos adultos son para hijos de alcohólicos que desean recuperarse de los efectos de haber vivido con el alcoholismo cuando niños. Esos efectos incluyen la mayoría de las características de amar demasiado.
- Entonces comencé a entenderme. Gary, para mí, era lo que el alcohol había sido para mi madre: era una droga de la que yo no podía prescindir. Hasta el día en que lo eché, siempre me había aterrado la idea de que se marchara, por eso hacía todo cuanto podía para complacerlo. Hice todas las cosas que había hecho cuando niña: trabajar duro, ser buena, no pedir nada para mí y encargarme de lo que era responsabilidad de otro.
“Como el sacrificio propio siempre había sido mi patrón de vida, no habría sabido quién era yo sin alguien a quien ayudar o algún sufrimiento que soportar.
El profundo apego de Lisa a su madre y el gran sacrificio de sus propias necesidades que requería ese vínculo la prepararon para posteriores relaciones de pareja que involucraban sufrimientos más que cualquier tipo de realización personal. Cuando niña, ella había tomado una profunda decisión de rectificar cualquier dificultad en la vida de su madre a través del poder de su propio amor y desinterés.
Esa decisión pronto se volvió inconsciente, pero continuó impulsándola. Totalmente desacostumbrada a evaluar formas de asegurar su propio bienestar pero experta en promover el bienestar de los demás, asumía relaciones que prometían otra oportunidad de enmendarlo todo para otra persona mediante la fuerza de su amor. Fiel a su historia, el hecho de no ganar ese amor a través de sus esfuerzos sólo la hacía esforzarse más.
Gary, con su adicción, su dependencia emocional y su crueldad, combinaba todos los peores atributos de la madre y el padre de Lisa. Irónicamente, eso explicaba su atracción hacia él. Si la relación que tuvimos con nuestros padres fue esencialmente sana, con expresiones adecuadas de afecto, interés y aprobación, entonces, como adultas, tendemos a sentirnos cómodas con las personas que engendran sentimientos similares de seguridad, calidez y una dignidad positiva. Más aún, tendemos a evitar a la gente que nos hace sentir menos positivas con respecto a nosotras mismas a través de sus críticas o de su manipulación para con nosotras. Su conducta nos resultará repelente.
Sin embargo, si nuestros padres se relacionaron con nosotras en forma hostil, crítica, cruel, manipuladora, dictatorial, demasiado dependiente, o en otras formas inadecuadas, eso es lo que nos parecerá “correcto” cuando conozcamos a alguien que exprese, quizá de manera muy sutil, matices de las mismas actitudes y conductas. Nos sentiremos cómodas con personas con quienes se recrean nuestros patrones infelices de relación, y tal vez nos sentiremos incómodas e inquietas con individuos más apacibles, más amables o más sanos en otros aspectos. O bien, debido al desafío de intentar cambiar a alguien a fin de hacer feliz a esa persona o de ganar afecto o aprobación reprimidos, tal vez simplemente nos sintamos aburridas con la gente más sana. A menudo el aburrimiento encubre sentimientos leves a intensos de malestar, que las mujeres que aman demasiado tienden a sentir cuando no están en el ya conocido papel de ayudar, esperar y prestar más atención al bienestar ajeno que al propio. En la mayoría de los hijos de alcohólicos, como también en los de otras clases de hogares disfuncionales, hay una fascinación con las personas que implican problemas y una adicción a la excitación, especialmente a la excitación negativa. Si el drama y el caos siempre estuvieron presentes en nuestra vida y si como sucede con tanta frecuencia, nos vimos forzados a negar muchos de nuestros sentimientos mientras crecíamos, a menudo necesitaremos acontecimientos dramáticos para poder engendrar un sentimiento. De esta manera, necesitamos la excitación que nos proporcionan la incertidumbre, el dolor, la decepción y la lucha sólo para sentirnos vivos.
Lisa concluyó su historia.
La paz y la tranquilidad de mi vida después de la partida de Gary me enloquecían. Necesité todo mi esfuerzo para no llamarlo y volver a empezarlo todo. Pero poco a poco me fui acostumbrando a una vida más normal.
“Ahora no estoy saliendo con nadie. Sé que todavía estoy demasiado enferma para tener una relación saludable con un hombre. Sé que saldría a buscar otro Gary. Por eso, por primera vez, mi proyecto seré yo misma en lugar de tratar de cambiar a otra persona.
Lisa, en relación con Gary, al igual que su madre en relación con el alcohol, sufría un proceso de enfermedad, una compulsión destructiva sobre la cual ella no ejercía control alguno. Tal como su madre había desarrollado una adicción al alcohol y era incapaz de dejar de beber por sus propios medios, Lisa había desarrollado lo que también era una relación adictiva con Gary. No hago esta analogía ni empleo la palabra adictiva a la ligera al comparar la situación de ambas mujeres. La madre de Lisa se había vuelto dependiente de una droga, el alcohol, para evitar experimentar la intensa angustia y la desesperación que le producía su situación en la vida. Cuanto más utilizaba el alcohol para evitar sentir el dolor, más obraba la droga en su sistema nervioso para producir los mismos sentimientos que ella quería evitar. En última instancia, el alcohol aumentaba su dolor en vez de disminuirlo. Entonces, por supuesto, bebía más aún. Así fue como entró en la espiral de la adicción.
Lisa también trataba de evitar la angustia y la desesperación. Sufría una profunda depresión subyacente, cuyas raíces se remontaban a su dolorosa infancia. Esta depresión subyacente constituye un factor común en los hijos de todo tipo de hogares gravemente disfuncionales, y sus maneras de enfrentarla o, lo que es más típico, de evitarla, varían según el sexo, la disposición y el papel que tuvieron en la familia durante la niñez. Cuando llegan a adolescencia, muchas jóvenes como Lisa, mantienen su depresión a raya desarrollando el estilo de amar demasiado. Al desarrollar relaciones caóticas pero estimulantes, que las distraen, con hombres inadecuados, están demasiado excitadas para hundirse en la depresión que está latente justo por debajo del nivel de la conciencia.
De esta manera, un hombre cruel, indiferente, deshonesto o difícil en otros aspectos se convierte, para esas mujeres, en el equivalente de una droga, y crea así un medio de evitar sus propios sentimientos, de la misma forma que el alcohol y otras sustancias que alteran el estado de ánimo crean en los drogadictos una vía de escape temporal, de la que no se atreven a separarse. Tal como sucede con el alcohol y las drogas, estas relaciones inmanejables que proporcionan la distracción necesaria también acarrean su carga de dolor. En un paralelo con el desarrollo de la enfermedad del alcoholismo, la dependencia en la relación se profundiza hasta el punto de la adicción. El hecho de estar sin la relación – es decir, estar sola con una misma – se puede experimentar como algo peor que el mayor sufrimiento producido por la relación, porque estar sola significa sentir el nuevo despertar del gran dolor del pasado combinado con el del presente.
Las dos adicciones son paralelas en ese aspecto, e igualmente difíciles de vencer. La adicción de una mujer a su pareja o a una serie de parejas inapropiadas puede deber su génesis a una variedad de problemas familiares. Aunque resulte irónico, los hijos de alcohólicos tienen más suerte que los de otros antecedentes disfuncionales porque, al menos en las grandes ciudades, a menudo existen grupos de Alcohólicos Anónimos para apoyarlos mientras tratan de solucionar sus problemas con el amor propio y las relaciones.
La recuperación de una adicción a una relación implica conseguir ayuda de un grupo de apoyo adecuado a fin de quebrar el ciclo de la adicción y de aprender a buscar sentimientos de valor propio y bienestar en otras fuentes, no en un hombre incapaz de fomentar esos sentimientos. La clave radica en aprender a vivir una vida sana, satisfactoria y serena sin depender de la otra persona para ser feliz.
Es triste, pero para quienes están enredados en relaciones adictivas y quienes están atrapados en la telaraña de la adicción química, la convicción de que pueden manejar el problema por sí solos a menudo evita que busquen ayuda y, por lo tanto, anula la posibilidad de recuperación.
Debido a esa convicción – “puedo hacerlo solo” – a veces las cosas deben empeorar mucho antes de que puedan empezar a mejorar para tanta gente que lucha con alguna de esas enfermedades de adicción. La vida de Lisa tuvo que llegar a ser irremediablemente inmanejable para que ella pudiera admitir que necesitaba ayuda para vencer su adicción al dolor.

Las siguientes características son típicas de las mujeres que aman demasiado:

Las siguientes características son típicas de las mujeres que aman demasiado:

1. Típicamente, usted proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales.
2. Habiendo recibido poco afecto, usted trata de compensar indirectamente esa necesidad insatisfecha proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen, de alguna manera, necesitados.
3. Debido a que usted nunca pudo convertir a sus progenitores en los seres atentos y cariñosos que usted ansiaba, reacciona profundamente ante la clase de hombres emocionalmente inaccesibles a quienes puede volver a intentar cambiar, por medio de su amor.
4. Como la aterra que la abandonen, hace cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva.
5. Casi ninguna cosa es demasiado problemática, tarda demasiado tiempo o es demasiado costosa si "Ayuda" al hombre con quien usted esta involucrada.
6. Acostumbrada a la falta de amor en las relaciones personales, usted esta dispuesta a esperar, conservar esperanzas y esforzarse más para complacer.
7. Está dispuesta a aceptar mucho más del 50% de la responsabilidad, la culpa y los reproches en cualquier relación.
8. Su amor propio es críticamente bajo, y en el fondo usted no cree merecer la felicidad. En cambio, cree que debe ganarse el derecho de disfrutar de la vida.
9. Necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones, debido a la poca seguridad que experimentó en la niñez. Disimula sus esfuerzos por controlar a la gente y las situaciones bajo la apariencia de "ser sutil".
10. En una relación, está mucho mas en contacto con su sueño de como podría ser que con la realidad de su situación.-
11. Es adicta a los hombres y al dolor emocional.
12. Es probable que usted este predispuesta emocionalmente y, a menudo, bioquímicamente, para volverse adicta a las drogas, al alcohol y/o ciertas comidas, en particular los dulces.
13. Al verse atraída por hombres que tienen problemas por resolver, o involucrada en situaciones que son caóticas, inciertas y emocionalmente dolorosas, usted evita concentrarse en su responsabilidad para consigo misma.
14. Es posible que usted tenga una tendencia a los episodios depresivos, los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que le proporciona una relación inestable.
15. No la atraen los hombres que son amables, estables, confiables y que se interesan por usted. Esos hombres "agradables" le parecen aburridos.

Extraido del libro: Mujeres Que Aman Demasiado

jueves, 20 de noviembre de 2008

LA NECESIDAD DE SER NECESITADAS

LA NECESIDAD DE SER NECESITADAS

Es una mujer de buen corazón
enamorada de un oportunista
lo ama a pesar de sus modales perversos
que ella no entiende
Mujer de buen corazón

“No sé cómo lo hace todo. Yo me volvería loca si tuviera que soportar todo lo que soporta ella”.
“¡Y nunca la oí quejarse!”
“¿Por qué lo tolera?”
“De todos modos, ¿qué ve en él? Podría llevar una vida mucho mejor”

La gente tiende a decir esta clase de cosas sobre una mujer que ama demasiado, al observar lo que parecen ser sus nobles esfuerzos por mejorar una relación aparentemente insatisfactoria. Pero las pistas que permiten explicar el misterio de su devoto apego, por lo general se pueden encontrar en las experiencias que tuvo cuando era niña.

La mayoría de nosotras creemos y continuamos en los papeles que adoptamos en nuestra familia de origen.Para muchas mujeres que aman demasiado, esos papeles a menudo implicaban negar nuestras propias necesidades e intentar satisfacer las de otros miembros de la familia.

Tal vez las circunstancias nos obligaron a crecer demasiado rápido, a asumir prematuramente responsabilidades de adultas porque nuestra madre o nuestro padre estaban demasiado enfermos física o emocionalmente para cumplir con sus funciones propias.O quizás alguno de nuestros padres estuvo ausente debido a su muerte o a un divorcio y nosotras tratamos de tomar su lugar, ayudando a cuidar tanto a nuestros hermanos como al progenitor que nos quedaba.

Tal vez nos convertimos en la madre de la familia mientras nuestra madre trabajaba para mantenernos. O quizá vivimos con ambos padres, pero debido a que uno de ellos estaba furioso o frustrado o infeliz y el otro no reaccionaba a eso con apoyo, nos encontramos en el papel de confidentes, oyendo detalles de su relación que eran demasiada carga para que pudiéramos manejarla emocionalmente.Escuchábamos porque teníamos miedo de las consecuencias que podrían aquejar al progenitor que sufría si no lo hacíamos, y miedo de la pérdida de amor si no cumplíamos el papel que nos había tocado en suerte. Por eso no nos protegíamos, y nuestros padres tampoco nos protegían, porque necesitaban vernos más fuertes de lo que éramos en realidad.

Si bien éramos demasiado inmaduras para esa responsabilidad, terminamos protegiéndoles a ellos.Al ocurrir esto, aprendimos a edad demasiado temprana y demasiado bien a cuidar de todos, menos a nosotras mismas.Nuestra propia necesidad de amor, atención, cariño y seguridad quedó insatisfecha mientras fingíamos ser más poderosas y menos temerosas, más adultas y menos necesitadas, de lo que realmente nos sentíamos.

Y habiendo aprendido a negar nuestro propio anhelo de que nos cuidaran, crecimos buscando más oportunidades de hacer lo que habíamos aprendido a hacer tan bien: preocuparnos por las necesidades y exigencias de los demás en lugar de admitir nuestro miedo, nuestro dolor y nuestras necesidades insatisfechas.

Hace tanto tiempo que fingimos ser adultas, que pedimos tan poco y hacemos tanto, que ahora nos parece demasiado tarde para esperar nuestro turno, entonces seguimos ayudando, con la esperanza de que nuestro miedo desaparecerá y nuestra recompensa será el amor.

La historia viene al caso como ejemplo de la manera en el que el hecho de crecer demasiado rápido con demasiadas responsabilidades – en este caso, la de reemplazar a un progenitor ausente – puede crear una compulsión a atender a los demás.
Texto Extraido del libro Mujeres que aman demasiado

Condicionamiento social

El hecho de que nuestra cultura otorga un viso romántico al sufrimiento por amor y a la adicción a una relación. Desde las canciones populares hasta la ópera, desde la literatura clásica hasta los romances arlequinescos, desde las telenovelas diarias hasta los filmes y obras de teatro aclamadas por la crítica, estamos rodeados por innumerables ejemplos de relaciones inmaduras e insatisfactorias que se ven glorificadas y ensalzadas

Una y otra vez, esos modelos culturales nos inculcan que la profundidad del amor se puede medir por el dolor que causa y que aquellos que sufren de verdad, aman de verdad. Cuando un cantante canta con voz suave y melancólica acerca de no poder dejar de amar a alguien a pesar de lo mucho que eso le hace sufrir, hay algo en nosotros – tal vez a fuerza de vernos repetidamente expuestos a ese punto de vista – que acepta que lo que expresa el cantante es lo correcto. Aceptamos que ese sufrimiento es parte natural del amor y que la voluntad de sufrir por amor es un rasgo positivo en lugar de negativo.

Existen muy pocos modelos de personas que se relacionan con sus pares en forma sana, madura, honesta, no manipuladora y no explotadora, y esto quizá se deba a dos razones. En primer lugar, con toda sinceridad, tales relaciones son bastante escasas en la vida real. En segundo lugar, dado que la calidad de la interacción emocional en las relaciones sanas a menudo es mucho más sutil que el flagrante drama de las relaciones insatisfactorias, su potencial dramático tiende a ser pasado por alto en la literatura, el teatro y las canciones. Si nos vemos acosados por estilos perjudiciales de relacionarnos, tal vez sea porque esto es casi todo lo que vemos y sabemos.

Debido a la escasez de ejemplos de amor maduro y comunicación sana en los medios, durante años he tenido la fantasía de escribir un episodio de cada una de las telenovelas principales. En mi episodio, todos los personajes se comunicarían de forma honesta, cariñosa y no a la defensiva. No habría mentiras, ni secretos, ni manipulaciones, nadie que estuviera dispuesto a ser la víctima de otra persona y nadie sería el victimario. En cambios, los espectadores que vieran el episodio de ese día verían personas comprometidas en tener relaciones sanas entre sí, sobre la base de la genuina comunicación.

Este estilo de relación no sólo se opondría mucho al formato normal de esos programas sino que además ilustraría, por medio del extremo contraste, lo saturados que estamos de las representaciones de explotación, manipulación, sarcasmo, búsquedas de venganza, trampas deliberadas, celos, mentiras, amenazas, coerción, etc.; ninguna de estas cosas contribuye a una interacción saludable. Cuando uno piensa en el efecto que tendría un segmento que presentara una comunicación honesta y un amor maduro sobre la calidad de estas sagas, habría que considerar también el efecto que tendría la misma alteración en la vida de cada uno de nosotros.

Todo sucede en un contexto, inclusive nuestra forma de amar.Necesitamos tener conciencia de los defectos nocivos de nuestra visión social del amor y resistirnos a la inmadurez superficial y contraproducente en las relaciones personales que esta idealiza. Necesitamos desarrollar conscientemente una forma de relacionarnos más madura y abierta a la que parece apoyar nuestro medio cultural, para poder cambiar el torbellino y la excitación por una intimidad más profunda.

Texto Extraido del libro Mujeres que aman demasiado.
























Relaciones Con Mujeres

Esto no es parte integral del sistema, sino más bien algunos consejos que me gustaría compartir, los cuales te podrán ser de utilidad al tratar con mujeres.
No soy un experto en relaciones pero estas han sido las maneras ideales de ver las cosas según mi experiencia.

Las relaciones realmente están basadas en la atracción.
Si un compañero sabe que puede conseguirse mejores parejas usualmente tratarán mal a la otra persona o no le regresará la atención de la misma manera.
Si eres un “5” y quieres una relación duradera en la que sientas un poco de
amor, encuentra otra “5” con personalidad compatible. Claro, tu sabrás que puedes conseguirte mejores (con estas habilidades), pero también sabrás que ellas no pueden.

Menos celos, inseguridad, y por lo gener al deseo oculto de conseguir alguien mejor. Consigues una 3 y eres un 5, no sentirás mucho por ella en el sentido de pasión y deseo, así que las harás sentir de alguna manera miserables e inseguras. Consigues una 10 y sabrás que puedes conseguirte otra (con estas habilidades) pero tu atracción hará que tengas un nivel de lujuria y deseo que no recibes a cambio. Esto hará que te sientas como mierda todo el tiempo. Una especia de síndrome al estilo “la única gente de la que me enamoro no se enamora de mi”, tan común de estos días.

Dolor
En CUALQUIER relación un buen método de evitar dolor, desastre, y desilusión eventual es el de SIEMPRE observar cómo te tratan cómo te hace sentir la relación. NO lo que sientes por ellas.Al hacer esto evalúas el nivel de pasión y atracción que ella tiene hacia ti. Al PRIMER inconformismo o dolor causado por una mujer en tu vida, DÉJALA. Haz que regrese hacia ti arrastrándose y que se disculpe. Al seguir este método establecerás vínculos que durarán. Márchate y nunca recibas sus llamadas, y ella tiene que arrastrarse hacia ti llorando la primera vez que te grite, te retenga el sexo o te haga daño de alguna manera, y probablemente no habrá una segunda ración de ese plato. Es difícil de hacer, pero es importante para tu bienestar. ¿Amargo? ¿Frío? No. Yo diría inteligente, ya que evitas algo que de todas maneras va a terminar,dejándote aún más herido que si lo hubieses terminado antes.
“Es mejor resistir al principio que al final” – alguien audaz.

Ruptura
Si una relación se pone mala, o hace daño, o se está convirtiendo en una “amistad” o algo por el estilo, CÓRTALA POR COMPLETO y se te pasará más rápido. Si no lo haces, conforme pase el tiempo te sentirás peor al ser degradado y rechazado. Este tipo de relaciones te quitan la energía de otras áreas de tu vida, intenta evitarlas a toda costa, pero si te encuentras en una de ellas, ¡ESCAPA! “Haz que funcione” con alguien nueva, la próxima sin problemas que aún no te ha presionado hacia tus límites aún.
“Cuando las mujeres nos aman, nos perdonan todo, incluso nuestros crímenes;cuando no nos aman, no nos dan crédito por nada, ni siquiera por nuestras
virtudes” – Balzac.

Preguntas
Cuando estés cerca de enamorarte y obsesionarte con una chica pregúntate, “¿Si pudiera tener sexo y una relación (si quisiera una) con las próximas 10 bellas mujeres que vea, me olvidaría de que incluso conozco a la mujer con la que estoy ahora?” Si respondes que sí, que sí lo harías, entonces no la amas. Eres adicto al sexo y probablemente estás soportando mucha mierda. Es hora de hacérselo saber, a menos que sea una desconocida por supuesto, en ese caso es mejor que intentes acostarte con ella. También pregúntate esto cuando estés en una relación a largo plazo o en una amistad,“¿si pudiera tener sexo con esta mujer las veces que quisiera, pero perdiendo a la vez TODAS las otras actividades y conversaciones con ella, haría este cambio?” Si solo la quisieras para sexo, no aguantes su mierda si te la está dando. No pierdas tiempo con alguien que realmente no disfrutas, cuando podrías estar encontrando alguien más disfrutable y compatible, ADEMÁS del sexo durante ese tiempo compartido.

Problemas de mujeres.
Una ruptura de relación a largo plazo puede ser asesina para tu sistema límbico, tu autoestima y tu bienestar.La razón de esto es que tienes problemas mentales con los que has aprendido a tratar. Llega una mujer y que no sólo te hace tratar más fácil con esos problemas, sino que los alivia. Te hace sentir deseable a las mujeres, te hace sentir como un buen amante, te hace sentir como alguien que vale la pena amar. Se va, BOOM, no sólo perdiste su habilidad de aliviar estos problemas, pero AHORA tienes que aprender a lidiar con ellos y acostumbrarte a éstos de nuevo. Tienes que darte cuenta de esto.
Utiliza una ruptura llena de dolor para reconocer y DESHACERTE de estos problemas de autoestima. No seas co-dependiente, siempre definiendo lo que es importante para ti basándote en los espacios que otros puedan llenar (cuidado con la gente arrogante), en lugar de eso sé una persona completa (jerga de auto-superación que yo se). Busca la compañía permanente de gente que QUIERAS a tu alrededor, no que NECESITES a tu alrededor. Eventualmente no herirás más de esta manera.

La pena como sufrimiento.
POR LO GENERAL cuando no quieres que una relación termine y de todas maneras sucede aguantarás el dolor para no aceptar que REALMENTE ha terminado.Fantaseas acerca de la otra persona arrastrándose hacia ti y rogándote para estar contigo, porque se han dado cuenta de sus errores.
No es una buena idea, esto solo prolonga las cosas, concéntrate en TI y en lo que ella hizo para “completarte” que necesita ser completado a su propia manera al pensar sobre tu propia autoestima, metas y habilidad para triunfar.

Recuerda que TÚ eres el mismo ahora físicamente al igual que antes cuando te hacías daño por esa mujer, sin embargo ahora no estás acostumbrado a ser tú, estás acostumbrado a ser tú Y ella juntos. La electricidad en tu cerebro muere, el amor verdadero es nuevo amor, no alguien pegado a ti por siempre para llenar sus necesidades mutuas.Los escritores románticos de los viejos tiempos son los responsables por todo el dolor que has sentido al perder un amor, recuerda que la monogamia y el compromiso, e incluso la palabra “amor” son un 100 por ciento de antiguas a comparación del hombre,mientras que el sexo y la unión temporal han estado presentes desde siempre.
Nadie se suicidaba al perder un compañero sexual hasta que alguien decidió que las relaciones co-dependientes eran una unión mística que debían doler al dañarse entonces luego lo contó y escribió acerca de esto.

Esto es sólo lo que pienso acerca de estar feliz cuando se trata del amor y las relaciones, probado, usado, y aprobado por mi, yo y yo mismo. Una vez este completo emocionalmente, encontraré una mujer emocionalmente completa con quien unirme permanentemente. Hasta entonces lo más temporalmente posible estableceré uniones sexuales calientes, y con un poco de dolor de al completarme a mi mismo a través de futuras relaciones finalmente encontraré a la emocionalmente completa, “semi-atractiva” mujer que me guste.

Gunwitch..
Fuente: El Metodo Gunwitch/Bajar Libro Gratis

miércoles, 19 de noviembre de 2008

La Zona de Amigos

Tenia ya una idea formado con respecto a la "zona de amigos".En verdad me sorprendio poder encontrar otras opiniones al respecto.Lo cual no hicieron mas que "validar"mi pensamiento y solidificarlo de alguna manera y de comprender mas como sucede esto.Mas que nada por que muchas veces uno actua por intuicion que le da cierta experiencias.
Asique tome un texto que me parece interesante....este texto no entra en el contexto de la seduccion...ya que no todos exploraran estas "areas" pero la psiclogia entra dentro del contexto de la seduccion dentro de UN TODO.
Asique les dejare las racionalizaciones de como el propio ego por miedo a salir lastimado toma diferentes "caras"...aqui podria entrar el concepto de los marcos y metamarcos.
De como los hombres entramos en la realidad de la mujer al creernos su "actuaciones" en realidad es ego.......!
Texto:
Apreciado Horacio: Te comento sobre un caso que tuve hace poco. Un consultante estuvo saliendo con una chica durante un tiempo y me contaba que se daba cuenta que ella no estaba tan entusiasmada como él con la relación. La noche anterior a la consulta este joven había ido al cine con la chica y luego fueron a cenar. Durante la comida, estuvieron hablando mucho. Se quedaron conversando desde las 22 hasta casi la 1 de la madrugada... y ella le decía que se sentía vacía de afectos, que no tenía nada para DAR (a nivel personal).
El muchacho, Alberto, me comentaba que la chica, Natalia, estaba depresiva cuando le hablaba de sus sentimientos.Rememoro, Horacio, una de las últimas sesiones que tuvimos, donde se "dijo" que además de la mente reactiva automática y la mente reactiva impulsiva, había una tercer mente: la mente reactiva depresiva. Y que ésta, al igual que la mente reactiva impulsiva, dice la verdad. Recuerda lo que debatimos:

Cuando tú hablabas de que el ser humano se comportaba como una MÁQUINA (que no mentía ni decía la verdad) te referías a la mente reactiva automática, cuyos engramas son los que respondían EN FORMA MECÁNICA.Ron Hubbard había descubierto la mente reactiva
automática hace medio siglo y fue la ÚNICA mente reactiva conocida hasta que con mis investigaciones logré descubrir la 2ª mente reactiva que afectaba a la persona: La mente reactiva impulsiva, la que dice la verdad.La mente reactiva impulsiva, a diferencia de la automática, NO ES una máquina y el que responde (cuando la persona pierde el control de sí misma) es el EGO.
Entonces, la primera mente reactiva era canalizadora de engramas y la segunda, raíz del EGO. Los engramas (en la mente reactiva automática) no razonan, no tienen sentimientos, no mienten, no dicen la verdad... la persona es como un robot.
En la segunda mente (la IMPULSIVA), la persona SIENTE (en realidad siente su Ego).La mente reactiva impulsiva es generadora de muchos conflictos y TODO lo que diga la persona en el momento que esa mente entra en crisis, es lo que va a SENTIR como auténtico.
Esta tercer mente, la mente reactiva depresiva, también dice la verdad... porque la persona, al ser presa de un estado depresivo, baja las defensas psicológicas y su mente analítica queda desplazada.
Entonces, esa persona no va a estar anímicamente preparada para urdir una mentira, por lo tanto, todo lo que exprese en ese momento será lo que sienta.Por lo tanto, Horacio, esta chica le estaba diciendo la verdad al muchacho. No comentaba que se sentía vacía de sentimientos por su depresión, sino al revés, su depresión hacía que se expresara con una sinceridad que en otro momento quizás no hubiese tenido.


"...Esta tercera mente, la mente reactiva depresiva, también dice la verdad... porque la persona, al ser presa de un estado depresivo, baja las defensas psicológicas y su mente analítica queda desplazada. Entonces, esa persona no va a estar anímicamente preparada para urdir una mentira, por lo tanto, todo lo que exprese en ese momento será lo que sienta...
-LORENA OPINA:
"Pero, ¿por qué la persona comienza a ser presa de un estado depresivo? Algo gatilla en la persona para que comience a manifestarse la mente reactiva depresiva. ¿Será que, al generarse engramas dolorosos egoicos y somatizarlos de manera constante, comienza a bajar las defensas y gatilla el resurgimiendo de la mente reactiva depresiva?Besos, Lorena A.
-Jorgue Olguin:
Lore, las respuestas que ilustran surgen de las preguntas inteligentes, por eso agradezco tanto tu colaboración.En muchos casos, por un hecho concreto determinado que la persona percibe o quizás por un asunto pendiente que esa persona no terminó de definir, un engrama se reestimula y la persona baja las defensas psicológicas. Como el ego está permanentemente alerta, la mente reactiva depresiva surge en toda su dimensión.No es tarea sencilla estar permanentemente "alerta", tratando de que nada nos llegue, puesto que aun teniendo el ego integrado somos presas de diversas circunstancisas externas que nos vapulean.Aclaro que si la persona es fuerte espiritualmente, se repondrá rápidamente de esos vaivenes, mas si su espíritu es frágil, caerá en un estado depresivo, que su ego tratará de agigantarlo para ejercer el rol de víctima que, inconcientemente, muchos "yoes" lo disfrutan, pues pueden ejercer un control sobre los otros. Aclaro que cuando un yo inferior o rol del ego disfruta un estado depresivo, no significa que la persona esté feliz de padecer ese estado... nadie en su sano juicio quiere estar mal. Sucede que esos roles pueden "manejar" a la persona en forma inconsciente y así alteran, no solo su estado de ánimo, sino incluso su conducta.Recuerda siempre que el ego necesita y está en la vereda de enfrente de lo que significa brindar Servicio.
Atte: Jorge Olguín.
Fin de Texto.
Reflexion: Me parece que si desean explorar mas este "campo" dejen opiniones.
Saludos.

Mente Reactiva y Mente analitica

Es importante aclarar el funcionamiento de la mente reactiva y la mente analítica.
Si una mujer tiene un engrama cuyo contenido verbal es: "Todos los hombres son pervertidos", (hay mujeres que están llenas de ese tipo de engramas)razonará sobre esta base y como no sabe de dónde proviene esta idea sobre los hombres (no puede saberlo porque el engrama entra subrepticiamente en la mente reactiva, es decir, no pasa por la mente consciente o analítica), tiene que computar o razonar forzosamente con esa idea.
Ejemplo:
Como Nace un paradigma



¿Qué hace entonces? Racionaliza o justifica de cualquier manera la idea (reactiva y por lo tanto irracional,obviamente) de que todos los hombres son pervertidos.

¿Y qué sucede si esa mujer no tiene absolutamente nada en contra de los hombres y muy por el contrario siempre se han portado bien con ella? Pasa que ella entonces los aprecia.

Naturalmente, allí se está produciendo un conflicto, pues tiene que computar necesariamente con ese engrama que le dice que todos los hombres son unos pervertidos.
Entonces inventa un motivo para que no haya conflicto. Por ejemplo: "Todos los hombres son pervertidos y a mí me trataron bien porque seguramente quieren acostarse conmigo".

Esto se ha visto siempre en las sugestiones hipnóticas: cuando a una persona se la hipnotiza y se le da una orden completamente idiota, como sacarse las medias y colgarlas de la lámpara cuando despierte, la persona lo hará, pero justificará de alguna manera esa actitud idiota: -Me voy a sacar las medias porque hace mucho calor aquí y las colgaré de la lámpara porque allí se les va a secar la humedad que traían.

La justificación o racionalización de las actitudes llamadas irracionales, impulsadas por los engramas reestimulados es una constante de la dramatización.

La persona que dramatiza un engrama cree sinceramente que sus ideas parten de su libre razonamiento.

Fuente:
http://www.jorgeolguin.org/verdadanaliticaoreactiva02.htm

Los Engramas (Glosario)

Los Engramas
PARTE 1ª: Definiciones
Nota realizada por el Prof. Jorge Raúl Olguín.Colaborador: Prof. Horacio Velmont.

Según el Diccionario Técnico de Psicointegración, la palabra Engrama tiene una definición y varias sub definiciones.

Engrama. Dn y Cn. Registro en la mente reactiva (v.) de un incidente negativo que le ocurrió a la persona en su pasado y que contenía dolor e inconsciencia (por ejemplo, la conmoción producida por un accidente de tránsito, una operación quirúrgica con anestesia, etc.). El engrama, en realidad, es una imagen mental que contiene, además de dolor e inconsciencia, una amenaza real o imaginaria contra la supervivencia. No está al alcance de la mente analítica como experiencia porque el engrama, precisamente, se recibe cuando la persona está inconsciente. El engrama es la única fuente de las aberraciones, las enfermedades psicosomáticas e incluso las conductas que llevan a la persona a comportamientos agresivos. El mecanismo del engrama es similar al mecanismo de la sugestión hipnótica. La diferencia entre un engrama y una sugestión hipnótica radica en que el engrama, por definición, siempre contiene dolor físico o emocional, y la sugestión hipnótica por lo general no, ya que la persona se presta voluntariamente a ser hipnotizada.
ENFERMEDAD PSICOGÉNICA. Grupo Elron. La producida por engramas (v.). En rigor, las enfermedades psicogénicas engrámicas son todas las que la Psiquiatría, por un error terminológico, ha catalogado como enfermedades psicosomáticas. Las enfermedades psicogénicas engrámicas se clasifican, a su vez, en orgánicas y no orgánicas, según que afecten o no al organismo físico. Son enfermedades psicogénicas engrámicas orgánicas, úlceras, alergias, psoriasis, etc., y enfermedades psicogénicas engrámicas no orgánicas, esquizofrenia, paranoia, autismo, etc.
Las enfermedades pueden clasificarse así: a) enfermedades genéticas (kármicas o por elección); b) enfermedades psicogénicas: enfermedades de origen engrámico (orgánicas y no orgánicas); c) enfermedades psicosomáticas: enfermedades físicas agravadas o agudizadas por la mente (hipocondría); d) enfermedades físicas (microbianas o por accidente): pueden transformarse en enfermedades psicosomáticas.
Todas las llamadas hasta ahora enfermedades ”psicosomáticas”, pues, son enfermedades psicogénicas.
¿Qué es, entonces, una enfermedad psicosomática? Pues es un problema físico común, grave o leve, como una pulmonía o una neumonía, que es agudizado por el propio enfermo, por ejemplo por ser hipocondríaco. Es decir, lo psicosomático es agudizar el problema físico.
Es importante hacer hincapié en la palabra “físico” porque no se agudiza la enfermedad psicogénica sino la enfermedad real.
La enfermedad psicogénica y la enfermedad psicosomática son cosas distintas y por lo tanto no hay que confundirlas.
En síntesis, todo lo que es psicosomático son enfermedades reales, sean virósicas, bacterianas o por accidente, que se agravan por la mente.
De pronto tú tienes un problema lumbar, que es una enfermedad física, psicosomatizas el trastorno, empiezas a revolver el problema y entonces lo agravas. En este caso no estás agravando un problema mental sino directamente un problema físico.
Esto es, entonces, una enfermedad psicosomática, el agravamiento o agudización de un problema físico, de un problema real. Es psicosomático porque psico es alma y soma, cuerpo.
ENFERMEDAD PSICOSOMÁTICA. Grupo Elron. La enfermedad física agravada por la mente. No debe confundirse, como lo hace la Psiquiatría, la enfermedad psicosomática con la enfermedad psicogénica (v.), ya que mientras ésta es una enfermedad mental, la enfermedad psicosomática es una enfermedad física agravada o agudizada por la mente (hipocondría).
ENFERMEDAD “PSICOSOMÁTICA”. Dn y Cn. En realidad, se trata de un error terminológico, ya que la expresión correcta es enfermedad psicogénica (v.). Puede definirse como el dolor contenido en una experiencia pasada o la disfunción física de una experiencia pasada. El facsímil (v.) de esa experiencia viene a tiempo presente y se queda con la persona hasta que un shock lo saca fuera de la vista de nuevo o hasta que se procesa. Un shock o una necesidad, sin embargo, le permite regresar. A esto le llamamos enfermedad física causada por la mente. En síntesis, tal enfermedad es causada por percepciones recibidas en la mente reactiva (v.) durante momentos de dolor e inconsciencia. ║ Insanidad fisiológica. Está siendo expresada por el cuerpo más que por la mente. ║ Enfermedad que tienen un origen mental, pero sin embargo es orgánica.
Botón. Dic. Acad. En el timbre eléctrico, pieza en forma de botón que, al oprimirla, cierra el circuito de la corriente y hace que suene aquél. ║ Dn y Cn. Cualquier reestimulador simple que provoca que un individuo actúe o realice una dramatización (v.) obvia y específica. Cuanto más consciente es un hombre, tanto menos es un instrumento de "botón de contacto". Si uno conociera los principales restimuladores de alguien (palabras, tonos de voz, música, lo que sea; cosas que están archivadas en el banco de la mente reactiva como partes de engramas) se podría hacerlo actuar como una marioneta e incluso casi desconectarle por completo el poder analítico y dejarlo prácticamente en estado de inconsciencia.
Mandato engrámico u ORDEN ENGRÁMICA. Dn y Cn. Contenido verbal de un engrama (v.). Tiene una fuerza compulsiva que hace que el organismo obedezca el mandato. Si no obedece, la persona sufre el dolor contenido en el engrama. Por ejemplo, si una persona fue arrollada por un vehículo pegando con su cabeza en el pavimento, cuando más tarde vea un vehículo, o algo parecido a un vehículo, el engrama se reestimulará y lo impulsará a huir de ese peligro real o imaginario. Si no lo hace, y por lo general no lo hará, ya que su mente analítica ignora todo lo que sucedió a causa de su desconexión por el golpe, sufrirá de algún dolor de cabeza como restimulación del golpe recibido. Debe tenerse en cuenta que el engrama solamente se reestimula cuando el poder analítico de la persona se encuentra total o parcialmente disminuido. Cuando la persona está totalmente analítica no hay posibilidad alguna de recibir engramas ni tampoco de que se reestimulen los que están archivados en su mente reactiva.
Mente. Dic. Acad. Potencia intelectual del alma. ║ Designio, pensamiento, propósito, voluntad. ║ En Psicología, conjunto de las actividades o procesos psíquicos conscientes e inconscientes. ║ Gr Elron. Conjunto de mecanismos (mente decodificadora, mente reactiva impulsiva, mente reactiva automática, mente somática) que ayudan a la supervivencia de los seres encarnados.
Mente analítica. Dn y Cn. El Yo, la unidad de conciencia (v.), que utiliza a la mente decodificadora (v.) para plantear y resolver problemas relacionados con la supervivencia. La mente analítica no es una máquina, como sí lo es la mente decodificadora y la mente reactiva (v.). La mente analítica es la unidad de conciencia, el propio individuo, el Yo, el que piensa y actúa. El individuo puede utilizar la mente decodificadora pero no la mente reactiva, ya que ésta es un mecanismo automático de supervivencia ajeno a su control volitivo.
En sentido estricto, cuando hablamos de mente analítica nos estamos refiriendo al 10 % de espíritu encarnado. Al 90 % de espíritu que queda en su plano de origen y no encarna, lo llamamos thetán (v.). No le llamamos “mente analítica” porque el thetán no analiza para saber, directamente sabe sin analizar.
En sentido amplio, queremos significar el conjunto formado, de un lado, por el individuo, el operador, y del otro, la procesadora de datos llamada mente decodificadora, ya que ésta, siendo una máquina, cobra verdadero sentido solamente cuando se la concibe junto con la persona que la maneja.
MENTE CONSCIENTE. v. Mente analítica. Unidad de conciencia.
Mente decodificadora. Gr Elron. Sistema de control entre la unidad de conciencia (v,.) y el universo físico. La mente decodificadora no es el cerebro en sí, aunque está "alojada" en el córtex (v.). ║ Parte de la mente que, bajo la dirección del Yo, es decir de la mente analítica (v.), procesa los datos de experiencia contenidos en el banco de recuerdos (v.) y luego actúa. ║ Otra de las funciones de la mente decodificadora es convertir o transformar las imágenes o ideas del espíritu en conceptos entendibles en el plano físico. El médium, precisamente, utiliza esta mente para traducir los pensamientos (ideas) de los espíritus a palabras o expresiones del lenguaje corriente.
Mente egoica o mente no integrada. Gr Elron. La mente cuyo Ego aún no está integrado. Cada uno de los Yoes se turna en el mando y es el amo absoluto por un tiempo, conforme a su rol (de víctima, de sabio, de loco, de irascible, de pacífico, de susceptible, etc.). Después viene el Amo (el Yo íntegro o Yo Trascendental) y pone las cosas en su lugar, es decir, integra o unifica todos los Yoes. Un ejemplo aproximado de lo que podría ser una mente no integrada, sería el de una orquesta en la que, en ausencia del director, toma por turno la batuta cada uno de los integrantes, imprimiéndole a la ejecución una modalidad acorde con su propia personalidad o idiosincracia. Así, el impulsivo violinista obliga a la orquesta a una ejecución exaltada, el reflexivo y abúlico violonchelista, a una ejecución triste y aburrida. Más tarde, cuando asume la dirección el histérico tenor, brinda una ejecución perturbadora, incomodando a todos los presentes, y cuando lo hace el risueño y extrovertido saxofonista, transforma la profundidad de la 5ta. Sinfonía de Beethoven en una ópera bufa de Rossini. Y así por el estilo. Cuando por fin regresa el juicioso director estable, le imprime a la pieza el carácter que le corresponde y la orquesta queda integrada [1]... y todo va perfectamente bien hasta que de nuevo se ausenta y vuelven a tomar la batuta y a dirigir la orquesta los distintos ejecutantes. Es decir, la persona que ha integrado su Ego no está libre de reincidir, porque los Yoes están a la expectativa, agazapados y listos para tomar nuevamente el mando. La vigilancia del Yo Íntegro o Yo Trascendental debe ser constante. La falta de unidad en el hombre es una de las causas que provocan los mayores conflictos, porque las ideas o las actitudes varían de acuerdo al Yo que haya tomado el mando en ese momento.
[1] La orquesta queda integrada, no cuando cada ejecutante cumple su rol, sino cuando todos los ejecutantes son uno con el director. Si sostuviéramos que cada ejecutante debe cumplir su rol, llegaríamos al absurdo de decir que cada ejecutante debe imprimirle a la partitura el carácter que se le ocurra, de acuerdo a su idiosincrasia o a su estado de ánimo de ese momento, en lugar del que considera apropiado el juicioso director.
Mente integrada o EGO INTEGRADO. Gr Elron. Unificación o integración de los diversos Yoes en un solo Yo, el Yo Íntegro o Yo trascendental. Cuando la mente está integrada se producen dos cosas: 1) la mente analítica alcanza su nivel óptimo, 2) la mente reactiva impulsiva queda estéril, al tener sus frutos (los roles) psicointegrados, y 3) la mente reactiva automática está imposibilitada de funcionar y por lo tanto no hay restimulación engrámica. El hombre es clear (v.) en forma permanente, y al estar libre de engramas computa y actúa racionalmente.
Clear (aclarado). Dn y Cn. Persona no aberrada, es decir, libre de engramas. Se trata de un estado sumamente deseable para el individuo, que se logra mediante la auditación (v.), y que no se podía obtener antes de Dianética. El clear es una persona que ya no tiene su mente reactiva y, en consecuencia, no sufre de ninguno de los efectos negativos que esta mente puede causar. El clear no tiene engramas que al restimularse acaben con la exactitud es sus computaciones al introducir en ella datos falsos y ocultos. ║ Gr Elron. No obstante, a pesar de lo elevado de este estado, al clear aún le queda el paso más importante: trascender el Ego, objetivo que se logra cuando se integra la mente. Hasta que no se alcance este punto, el estado de clear no es permanente.
Conciencia trascendental. Gr Elron. Estado a que llega el espíritu cuando no tiene más Ego, es decir, cuando se encuentra totalmente integrado.
MENTE REACTIVA AUTOMÁTICA. Dn y Cn y Gr Elron. Mecanismo creado por los elohims para la supervivencia en el plano físico del 10 % de los espíritus encarnados, ya que el 90 % de ellos queda en su plano de origen. La mente reactiva automática reacciona instantáneamente, impulsando al organismo a la huida, a partir de las experiencias engrámicas archivadas en su banco reactivo. ║ Parte de la mente que archiva aquellos incidentes (engramas [v.]) que contienen dolor físico o emoción dolorosa (por ejemplo, la caída de una escalera o el fallecimiento de un ser querido) y trata de dirigir al organismo mediante estímulo-respuesta (dado un cierto estímulo hay cierta respuesta). Sólo piensa en identidades: A=A=A=A. La mente reactiva no está bajo el control de la voluntad del individuo y ejerce poder de mando sobre su conciencia, propósitos, pensamientos, cuerpo y acciones. En esencia, es un mecanismo de supervivencia muy primitivo, de categoría subidiota, montado a nivel celular. La mente reactiva no se encuentra en un lugar específico del cuerpo, sino en todas las cédulas del organismo.
MENTE REACTIVA IMPULSIVA, IRREFLEXIVA o EMOCIONAL. Gr Elron. Mecanismo creado por los elohim para la evolución de los espíritus, cuya finalidad es, cuando el espíritu no está encarnado, de servir como obstáculo a vencer, ya que la mente reactiva impulsiva depende del Ego (v.), y, cuando el espíritu está encarnado, además de obstáculo a vencer, también como medio de supervivencia.
La mente reactiva impulsiva obra movida por los deseos o motivos afectivos que induce a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar. De ahí que también se la denomine emocional o irreflexiva.
La diferencia entre la mente reactiva impulsiva y la mente reactiva automática (v.), es que mientras ésta, para reaccionar e impulsar al organismo a la huida, requiere la adquisición previa de engramas (v.), aquélla lo hace sin necesidad de ellos. El miedo a la oscuridad, a los insectos, al vacío, etc. forman parte, precisamente, del contenido inherente de la mente reactiva impulsiva.
El Ego constituye uno de los escollos de la evolución más difíciles de superar, porque su rol fundamental es el protagonismo (v.), que trae como consecuencia inevitable la ambición del Poder. A medida que el espíritu evoluciona, sus ansias de protagonizar se van reduciendo, y en la misma medida le va entregando el protagonismo al otro. Cuando el Ego está totalmente integrado, el espíritu ya no tiene ningún deseo de protagonizar y su necesidad de ser servido se transforma en una necesidad de servir. Esto lo puso de relieve Jesús cuando le lavó los pies a sus discípulos, momento en el cual el Maestro tenía el Ego totalmente integrado, sus deseos de protagonizar ya se habían disipado y los únicos y verdaderos protagonistas para él eran sus discípulos. Su enseñanza final fue que el líder debe ser un servidor.
Ego. Dic. Acad. En el psicoanálisis de Freud, instancia psíquica que se reconoce como «yo», parcialmente consciente, que controla la motilidad y media entre los instintos del «ello», los ideales del superyó y la realidad del mundo exterior. ║ Gr Elron. Egocentrismo (del latín ego, yo, y centro). La persona que tiene Ego siempre quiere ser protagonista, es absolutamente incapaz de ponerse en el lugar del otro, todo lo evalúa desde su exclusivo punto de vista y rechaza rotundamente cualquier otro punto de vista que no sea el suyo. El rol del Ego, además, deprime los sentidos del ser encarnado, logrando que éste solo vegete en lugar de "vivir". A medida que el hombre evoluciona, deja de estar centrado en sí mismo y pasa a concederle el protagonismo a sus semejantes, lo cual lo lleva a convertirse en un Servidor de la Humanidad. En nuestro mundo, el paradigma del Servidor fue el Maestro Jesús. Cuando le lavó los pies a sus discípulos hizo precisamente hincapié en el hecho de que el líder debe estar al servicio de sus semejantes y no al contrario.
MENTE REACTIVA INCONSCIENTE. Gr Elron. Tercera mente reactiva, junto con la mente reactiva automática (v.) y la mente reactiva impulsiva (v.), cuya función ─negativa─ es captar mensajes subliminales, frases sutiles, ideas y otras cosas, no en su verdadero sentido sino en el sentido equívoco, impulsando a la persona a una conducta errada. Por ejemplo, tú dialogas con otra persona y quizás estés mal predispuesto con ella, y, entonces, cualquier cosa que diga, tu mente reactiva inconsciente lo malinterpreta a gusto y placer.
De pronto tu computadora funciona mal y llamas al técnico, quien se excusa sinceramente de atenderte porque en ese momento está ocupado con otro cliente, y entonces tu mente reactiva inconsciente, evaluando en forma antojadiza que ese técnico no es digno de crédito, toma la excusa como una burla y a partir de allí lo difamas con otras personas para que no utilicen sus servicios. Así actúa en forma arbitraria esta mente.
La mente reactiva automática y la mente reactiva impulsiva no son exactamente el inconsciente, porque el inconsciente actúa aun estando la mente analítica funcionando a pleno. Y por Psicointegración (v.) se sabe que cuando la persona está analítica, es decir, en la plenitud de su razonamiento, no está reactiva, ni automática ni impulsiva. Y estando analítica, todo lo que ve, oye, o capta con cualquiera de sus sentidos externos va a archivarse a su banco de recuerdos (v.), que es un banco analítico.
El banco analítico es un banco que discierne, que elucubra, con un 100 % de raciocinio, porque, en definitiva, es el espíritu el que lo usa.
En esta mente analítica, sin embargo, opera también el inconsciente, que, vale la reiteración, capta mensajes subliminales, frases sueltas, ideas y otras cosas que cree que son así y en realidad no lo son.
Ese inconsciente no se identifica con ninguna de las tres mentes (analítica, reactiva automática y reactiva impulsiva) porque por dentro tiene pulsiones, tiene emociones, tiene deseos, y es tan irresponsable que no mide las consecuencias de sus actos. Es un inconsciente que lo único que busca es satisfacer sus deseos.
La mente reactiva inconsciente, a pesar de que abarca todas las mentes, es, en sí, un mecanismo mental completo. Se la incluye entre las mentes reactivas porque también reacciona. Pero es la más peligrosa y la más difícil de tratar, precisamente porque interactúa con todas las mentes.
Si una persona de alguna manera se vigila puede controlar los impulsos de la mente reactiva impulsiva, y eventualmente también de la mente reactiva automática, pero no puede hacer lo mismo con la mente reactiva inconsciente, pues como ésta está muy escondida, no puede percibir los conflictos que está gestando.
El secreto para que esa mente reactiva inconsciente no tenga poder es estar permanentemente en amor, es estar pensando continuamente en el otro, es estar respetando permanentemente al otro. Pero recordando primero que todo trabajo pasa por uno mismo.
No existe en ninguno de los planos una entidad que ame a otra si primero no se ama a sí misma, y esto no tiene nada que ver con el egocentrismo, sino con el egoísmo. Egoísmo no significa no querer a los demás, significa quererse a uno mismo.
Y el egoísmo está bien, porque la única forma de poder querer al otro pasa por aceptarse primero uno. Si uno se acepta, si uno se respeta, acepta y respeta al otro. Entonces, todas las pulsiones, todas las emociones, todos los deseos descarrilados van a quedar encarrilados dentro de esa mente y no van a afectar a terceros.
INCONSCIENTE. Dic. Acad. No consciente: El marido es un inconsciente. ║ Dícese del estado o proceso mental del que el sujeto no tiene conciencia. ║ Gr Elron. Conjunto de percepciones que penetran en el archivo de recuerdos de la mente analítica sin que la conciencia de la persona se haya dado cuenta de que han entrado. Más tarde, la persona busca una respuesta y la encuentra, sin saber que en realidad la tenía en su interior. El inconsciente no debe ser confundido con la mente reactiva (v.), porque mientras el inconsciente archiva (subrepticiamente) recuerdos cuando la persona tiene el poder analítico a pleno, la mente reactiva archiva engramas cuando la persona tiene el poder analítico disminuido total o parcialmente. ║ Para Freud, el inconsciente es el Ello, el que quiere insistentemente; el Yo consciente, el que permite o no permite, y el Superyó, el que censura o recrimina al Yo consciente por haber hecho lo que el Ello le pedía. Freud, sin saberlo, se refería a roles del ego: el Ello, que es el niño caprichoso que pide y pide, el Yo, que es el que consiente, y el Superyó, que es el que juzga después creando complejos de culpa. El caso típico es el del obeso que va a la heladera de noche, cuando nadie lo ve, come desaforadamente y al día siguiente está con un complejo de culpa tremendo odiándose por haber cedido a la tentación. En este estado, la persona canaliza engramas, porque el mismo ego hace que disminuya su poder analítico. Si la persona, en lugar de sentirse culpable, que la pone "en efecto", asumiera simplemente su responsabilidad, no canalizaría engramas, porque la misma asunción de responsabilidad la pone "en causa". Estar en causa es estar analítico, y la persona que está analítica no canaliza engramas, ya que para canalizar engramas es necesario estar con el poder analítico disminuido. ║ Ron Hubbard relacionó el inconsciente freudiano a la mente reactiva (v.), pero luego, una vez desencarnado, ya con mejor perspectiva por su condición de espíritu 100 %, en sus enseñanzas telepáticas al Grupo Elron la equiparó a la mente reactiva impulsiva o emocional (v.).
Mente somática. Dn y Cn. Parte o función de la mente que, dirigida por la mente analítica, la mente reactiva impulsiva (v.) o la mente reactiva automática (v.), ejecuta las órdenes a nivel físico (por ejemplo, impulsando al organismo a la huida, produciéndole enfermedades orgánicas (artritis, úlceras, alergias, etc.) o trastornos mentales (depresión, fobias, etc.).
ENGRAMA AUTOINVALIDANTE. Dn y Cn. El engrama que contiene las frases “nunca sucedió”, “no puedo creerlo”, “no podría imaginarlo”, y así por el estilo.
ENGRAMA AUTOPERPETUADO. Dn y Cn. El engrama que contiene las frases “siempre será así”, “sucede todo el tiempo”, etc.
ENGRAMA BÁSICO. Dn y Cn. El primer engrama en una cadena de engramas.
ENGRAMA BÁSICO-BÁSICO. Dn y Cn. El más básico de todos los básicos, el primer engrama de toda la línea temporal (v.). Cualquier circunstancia similar que se repite a través de toda la línea temporal de una persona ocurrió una primera vez, y a esa primera vez se le llama básico-básico.
ENGRAMA DE COMPASIÓN. Dn y Cn. Esfuerzo de un padre o tutor por ser bondadoso con un niño que está herido severamente. Se trata de un engrama de naturaleza muy específica. Un engrama de compasión sería, por ej., algo así: un niño pequeño, muy victimizado por sus padres, está extremadamente enfermo. Su abuela lo atiende y mientras está delirando ella lo calma y le dice que lo va a cuidar, que se va a quedar ahí hasta que esté bien. Esto pone en un alto nivel de “supervivencia” el hecho de estar enfermo. Él no se siente seguro cerca de sus padres, él quiere a su abuela presente (ella es una valencia ganadora puesto que les da órdenes a los padres) y ahora él tiene un engrama ║ El engrama de compasión es el que viene y se queda crónicamente como enfermedad psicosomática.
COMPASIÓN. Dic. Acad. Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias. ║ Dn y Cn. La compasión es algo terrible pero considerada muy valiosa. El valor supervivencia de la compasión es éste: cuando un individuo está herido o inmovilizado, no puede defenderse. Él debe contar con otros para que lo cuiden. El pedirles que lo cuiden es el enganche para la compasión de otros. Esto es práctico. Si el hombre no fuera compasivo, ninguno de nosotros estaría vivo. El valor no supervivencia de la compasión es éste: un individuo fracasa en una actividad. Se considera entonces incapaz de sobrevivir por sí mismo. A pesar de que no está enfermo realmente, él pide compasión. Una enfermedad psicosomática es una explicación inmediata de un fracaso y una petición de compasión. ║ Comúnmente se entiende la compasión como la pose de un estado emocional similar al estado emocional de un individuo en pesar o apatía. Está en la escala tonal entre 0.9 y 0.4. La compasión viene después de, o está basada en, la acción de un acto hostil (v.) cometido por el preclear (v.). La compasión puede ser mecánicamente considerada como el aparentar cualquier emoción para que sea similar a la emoción de otro. ║ la compasión es un co-flujo, es una especie de co-beingness. Un individuo se va a la longitud de onda de otro individuo. ║ “Yo soy él”, esto es compasión. Es un nivel bajo de intercambio de energía. ║ Movimiento igual, plano igual, espacio similar.
COMPUTACIÓN DE COMPASIÓN. Dn y Cn. La que impulsa a una persona a querer estar enfermo. No es analítica sino reactiva. Si alguien ha tenido un pasado engrámico duro, luego se rompió una pierna y obtuvo compasión, él, después de esto, tenderá a ir por ahí simulando que tiene una pierna rota, artritis, etc. Ésta es la computación de compasión. Hace querer la enfermedad, porque ésta tiene un alto valor de supervivencia para la mente reactiva (v.). Así que predispone al cuerpo a estar enfermo.
ENGRAMA DE EMOCIÓN DOLOROSA. Dn y Cn. El causado por el shock de pérdida repentina tal como la muerte de un ser querido. La muerte, partida o negativa de un aliado (v.) es ciertamente un engrama de este tipo.
ENGRAMA DE NACIMIENTO. v. Nacimiento.
NACIMIENTO. Dn y Cn. En términos de contagio, uno de los más notables engramas. Durante el nacimiento, ambos, la madre y el niño, reciben el mismo engrama, que difiere solamente en la localización del dolor y en la profundidad de la "inconsciencia". Cualquier cosa que los médicos digan a la madre durante el trabajo de parto, durante el nacimiento y poco antes de que se lleven al bebé, se registra en el banco reactivo de ella y también del hijo como engramas idénticos. El nacimiento es por lo general una experiencia gravemente dolorosa e inconsciente, por lo que el engrama que origina inevitablemente tiene que ser de cierta magnitud. Cualquiera que ha nacido tiene, entonces, por lo menos un engrama.
ENGRAMA CRUZADO. Dn y Cn. El que abarca más de una cadena de engramas. La recepción de un engrama cruzado que contiene la convergencia de dos o más cadenas de engramas, con frecuencia va acompañado de un "colapso nervioso" o de la locura repentina del individuo. Un engrama cruzado puede ocurrir en un accidente severo, en enfermedades prolongadas o graves bajo circunstancias antagónicas o en una operación a base de óxido nitroso.
ENGRAMA PRO SUPERVIVENCIA. Dn y Cn. El que parece o simula estar a favor de la supervivencia. Los engramas pro supervivencia que contienen la computación de aliado pueden ser descriptos como aquellos que incluyen personas que defendieron la existencia del paciente en momentos en que éste consideró que su existencia estaba bajo ataque. ║ Cualquier engrama que, por contenido solamente, no por ninguna ayuda real al individuo que lo tiene implantado, pretendió ayudar a la supervivencia.
ENGRAMA REACTIVADO. Dn y Cn. Condición o estado que se presenta cuando un individuo que tiene un engrama recibe del medio ambiente algo similar a las percepciones del engrama. El engrama pone en operación, en mayor o menor medida, todo lo que contiene.
Dramatización. Dic. Acad. Acción y efecto de dramatizar, exagerar con apariencias dramáticas o afectadas. ║ Dn y Cn. Repetición o duplicación irracional que hace una persona del contenido de un engrama (v.). Al dramatizar, la persona es como un actor representado un papel. Por ejemplo, si el engrama contiene la imagen de un perro mordiéndole un dedo, cada vez que vea un perro (aunque sea un dulce y apacible pequinés), o algo que se parezca a un perro, revivirá inconscientemente ese incidente, le dolerá el dedo, se sobresaltará, dirá lo mismo que dijo antes y sentirá los mismos impulsos de escapar que sintió en el pasado. Otro ejemplo: una mujer recibe un engrama en el que le dan golpes en el costado mientras le dicen que no es buena y que siempre está cambiando de opinión. Más tarde, en algún momento, se puede restimular este engrama y la mujer podría experimentar un dolor en el costado, sentir que no es buena o tener la idea de que siempre cambia de opinión. Esta sería la dramatización del engrama. El grado de dramatización está en proporción directa al grado de restimulación del o de los engramas que la causan. La conducta aberrada es enteramente dramatización.
Restimulación. Dn y Cn. Momento en que el engrama "despierta" o reacciona. Esta circunstancia se produce cuando el entorno presente de una persona contiene suficientes similitudes con los elementos que se hallan en el engrama como para provocar su reactivación. Cuando un engrama se reestimula, la persona puede experimentar dolores y emociones similares a las que contiene el incidente original. ReEstimulador. Dn y Cn. Cualquier palabra, frase o percéptico similar o asociado con el contenido del engrama (v.) que provoca que un engrama se reestimule. Expresado de otra manera, es cualquier cosa parecida al contenido de la mente reactiva (v.), o de parte de ésta, que se percibe continuamente en el entorno del organismo. Por ejemplo, la foto del padre fallecido colgado de una pared de la casa del hijo, es el reestimulador del engrama cuyo contenido es el incidente de la muerte del padre. El hijo puede estar en constante aflicción sin saber que la foto del padre le está haciendo revivir de forma continua su fallecimiento.
ENGRAMA SECUNDARIO. Dn y Cn. Se le llama secundario porque depende de un engrama de dolor físico anterior para existir, siendo en sí ocasionado por un momento consciente de pérdida. Se le llama engrama, asimismo, a fin de enfocar la atención del auditor (v.) sobre el hecho de que debe ser recorrido como un engrama y que todos los percépticos posibles deben ser agotados. Los engramas secundarios tienen más carga que los candados (v.). ║ Hay tres tipos de engramas secundarios impactados contra engramas de dolor físico: 1) emoción dolorosa, aflicción, afinidad rota (secundaria o engrama de emoción dolorosa [v.]); 2) comunicación enquistada; y 3) realidad invalidada.

PARTE 2ª: Donación de órganos
Nota realizada por el Prof. Jorge Raúl Olguín.Colaboradores: Lorena A. y el Prof. Horacio Velmont.

Apreciados Dr. Olguín y Prof. Velmont: Mientras más analizo sobre la mente reactiva, el ego y los engramas, más interés tengo por el tema y me nacen nuevas inquietudes.Esta pregunta se la planteo a los dos porque ambos podrían orientarme en la respuesta.El hombre se ve favorecido con la donación de órganos porque de esta manera puede prolongar su vida y, por lo tanto, tiene más posibilidad de evolucionar. Pero si los engramas se graban en el cuerpo a nivel celular, cada célula vendría a representar como hologramas de todos los engramas producidos por la mente reactiva. Entonces, si una persona decide donar sus órganos en un momento determinado, en el cual sus células están cargadas de engramas, y considerando que dichos órganos están "físicamente saludables", qué sucedería con estos engramas contenidos en dichos órganos donados, podrían afectar de algún modo la mente reactiva del receptor de dichos órganos, o no?, ¿y en qué momento los engramas del receptor vendrían a compenetrarse (a grabarse) con dicho órgano "nuevo" en su cuerpo?Ahora bien, se los pregunto desde otro enfoque. El campo energético del hombre es el resultado de la combinación de todos sus chakras, y estos a su vez repercuten en los órganos del cuerpo físico. Si una persona tuviera cierto chakra desequilibrado como para manifestar problemas en cierto órgano, pero que aún no se manifiestan físicamente sino sólo a nivel áurico de mismo, y si dicha persona decide donar dicho órgano en ese momento, ¿puede verse afectado energéticamente el receptor, a pesar del beneficio que presenta dicha donación?Un abrazo: Lorena A.

Apreciada Lorena: Tu pregunta es sumamente importante porque veo que estás captando perfectamente las enseñanzas de los Maestros. En otro sentido, yo también pregunté a mis Guías. La pregunta que yo les hice fue si un gato A, que tiene un susto tremendo porque lo quiso atacar un perro (obviamente, el gato A tiene grabado en sus células este engrama) y luego se le saca sangre y se la inyecta a otro gato B, el engrama del susto se traslada a este otro gato B. La respuesta fue un no rotundo, porque los engramas no se trasladan de esta forma, ya que al gato B le falta la experiencia sufrida por el gato A, que es lo que activa el engrama.Un fuerte abrazo. Horacio Velmont.

Estimada Lorena: La explicación del Prof. Velmont está clarísima. Deseo agregar que como el engrama es un registro en la mente reactiva de un incidente negativo que le ocurrió a la persona (o gato) en su pasado, aunque el engrama se haya registrado a nivel celular, la memoria del receptor no guarda ningún "archivo" de dicho incidente, por lo tanto el engrama no se activará.Atte: Jorge Olguín


Sobre los roles del ego:

http://www.grupoelron.org/psicoaudintegracion/jo_psicointegracion_300106_condicionamientos.html
Retroalimentacion sobre los engramas:

http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/engramas.htm

Fin de Texto.

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Comentario:

Esta informacion que pongo aqui es para -"chequear" chicos....tomen lo que les sirva para aprender nuevos conceptos y asi comprenderse uno mismo....." Lo que se plantea es interesante...quizas tenga que ver con la psicologia..no creo que se descubra nada...pero verlo de esta manera es como "verlo" estruturado..ordenado.....y se asimilan mejor agunos conceptos que no estaban claros......."

Solo eso....saludos.

ELCKLON!

La contracara ....

CHARLES: ingeniero civil retirado con dos hijos; divorciado, vuelto a casar, y ahora viudo.

Hace dos años que murió Helen; y finalmente comienzo a tratar de corregirlo todo. Nunca pensé que consultaría a un terapeuta, no a mi edad. Pero después de su muerte me puse tan furioso que me asusté.
No podía dejar de sentir que quería lastimarla. Soñaba que la golpeaba y despertaba gritándole. Creí que me estaba volviendo loco. Finalmente reunió el coraje para decírselo a mi médico. Él tiene mi edad y es tan conservador como yo, por eso cuando me dijo queme convenía consultar a un profesional me tragué el orgullo y lo hice. Me puse en contacto con un terapeuta que se especializaba en ayudar a la gente a sobreponerse del dolor. Bueno, trabajamos con mi dolor y éste seguía aflorando como ira, entonces finalmente acepté que estaba completamente loco y, con la ayuda del terapeuta, comencé a examinar por qué.
Helen fue mi segunda esposa. Mi primera esposa, Janet, aún vive aquí, en la ciudad, con su nuevo marido. Creo que es gracioso usar la palabra “nuevo”. Todo esto sucedió hace veinticinco años. Conocí a Helen cuando trabajaba para el municipio como ingeniero civil. Ella era secretaria en el departamento de planeamiento y yo solía verla a veces en el trabajo, y tal vez una o dos veces por semana a la hora de almorzar, en una cafetería pequeña del centro de la ciudad. Era una mujer muy bonita, siempre vestía muy bien, y era un poco tímida pero amigable. Sabía que yo le agradaba por la forma en que me miraba y sonreía. Creo que me halagaba un poco el hecho de que me prestara atención. Sabía que era divorciada y tenía dos niños, y me daba un poco de pena que tuviera que criarlos sola. Un día la invité con un café y tuvimos una charla agradable. Dejé en claro que yo estaba casado, pero creo que me quejé demasiado por algunas frustraciones de la vida matrimonial. Aún no sé cómo se las ingenió ese día para transmitir el mensaje de que yo era un hombre demasiado maravilloso para ser infeliz, pero salí de esa cafetería sintiéndome como si midiera tres metros de altura y con ganas de volver a verla, de sentirme como ella me había hecho sentir: apreciado. Tal vez era porque ella no tenía un hombre en su vida y echaba eso de menos, pero después de nuestra charla yo me sentía grande, fuerte, especial.
Aún así, yo no tenía intenciones de comprometerme. Nunca antes había hecho nada así. Había salido del ejército después de la guerra y había sentado cabeza con la esposa que me había estado esperando. Janet y yo no éramos la más feliz de las parejas, pero tampoco la más infeliz. Nunca pensé que la engañaría.
Helen había tenido dos matrimonios y en cada uno había sufrido mucho. Ambos hombres la habían abandonado y ella había tenido un hijo con cada uno. Ahora estaba criando sola a sus hijos, sin ningún apoyo.
Lo peor que pudimos hacer fue relacionarnos. Sentía mucha pena por ella, pero sabía que no tenía nada que ofrecerle. En aquella época no se podía obtener un divorcio solamente porque uno lo deseara, y yo no ganaba tanto dinero como para perder todo lo que tenía. Además, tendría que formar una nueva familia y, por lo tanto, mantener a dos. Además, en realidad, yo no quería el divorcio. Ya no estaba loco por mi esposa, pero adoraba a mis hijos y me gustaba lo que teníamos juntos. Sin embargo, todo empezó a cambiar cuando Helen y yo seguimos viéndonos. Ninguno de los dos podía poner fin a aquello. Helen estaba sola y decía que prefería tener un poco de mí a no tener nada, y yo sabía que lo decía en serio. Una vez que empecé mi relación con Helen, no había forma de salir de ella sin que nadie saliera terriblemente lastimado. Muy pronto comencé a sentirme el peor de todos los bribones. Las dos mujeres contaban conmigo y yo estaba decepcionando a ambas. Helen estaba loca por mí. Hacía cualquier cosa para verme. Cuando traté de terminar con ella, la veía en el trabajo y su cara triste y dulce me rompía el corazón. Bueno, más o menos después de un año Janet se enteró de lo nuestro y me dijo que dejara de ver a Helen o me marchara. Traté de parar pero no pude. Además, entre Janet y yo las cosas ya eran muy distintas. Parecía haber menos motivos que nunca para dejar a Helen.
Es una larga historia. Helen y yo tuvimos un romance de nueve años, mientras mi esposa al principio se esforzaba por mantenerme a su lado y luego por castigarme por abandonarla. Helen y yo vivimos juntos varias veces durante esos años hasta que Janet finalmente se cansó y accedió al divorcio.
Aún odio pensar en lo que eso nos ocasionó a todos. En aquel tiempo, una pareja no podía simplemente convivir. Creo que realmente perdí todo mi orgullo durante esos años. Sentía vergüenza por mí mismo, por mis hijos, por Helen y sus hijos, incluso por Janet, que nunca había hecho nada para merecer todo eso.
Finalmente, cuando Janet se cansó y nos divorciamos, Helen y yo nos casamos. Pero en cuanto se inició el divorcio hubo algo diferente entre nosotros. En todos esos años, Helen había sido cariñosa y seductora, muy seductora. Claro que a mí me encantaba eso. Todo ese cariño era lo que me mantenía con ella a pesar del dolor de mis hijos, mi esposa, ella y sus hijos... todos nosotros. Ella me hacía sentir el hombre más deseable del mundo. Por supuesto, habíamos peleado antes de casarnos, porque la tensión era tremenda, pero nuestras peleas siempre terminaban haciéndonos el amor y yo me sentía más querido, necesitado y amado que nunca en mi vida. De alguna manera, lo que Helen y yo teníamos juntos parecía tan especial, tan correcto, que el precio que pagábamos parecía valer la pena.
Cuando finalmente pudimos estar juntos y mantener la frente alta, Helen se enfrió. Seguía yendo a trabajar hermosa, pero en casa no se ocupaba de su aspecto. A mí no me importaba, pero me daba cuenta. Y el sexo empezó a decaer. Ella ya no se interesaba. Traté de no presionarla, pero me resultaba frustrante. Cuando al fin me sentía menos culpable y más dispuesto a disfrutar realmente estando con ella tanto en casa como afuera, ella se apartaba de mí.
Dos años más tarde teníamos dormitorios separados. Y nuestra relación siguió así, fría y distante, hasta su muerte. Nunca pensé en marcharme. Había pagado un precio muy alto por estar con ella, ¿cómo podía marcharme?
Al recordarlo, me doy cuenta de que tal vez Helen haya sufrido más que yo en todos esos años de nuestro romance. Ella nunca supo con certeza si yo abandonaría a Janet o a ella. Lloraba mucho y un par de veces amenazó con suicidarse. Odiaba ser “la otra”. Pero a pesar de lo horribles que fueron esos años anteriores a nuestro matrimonio, en ellos nuestra relación fue más afectuosa, excitante y especial que nunca.
Después de que nos casamos me sentí un fracaso total, porque por alguna razón, ahora que habíamos dejado atrás todos los problemas, no podía hacerla feliz.
Con la terapia llegué a entender mucho sobre mí mismo, pero creo que también acepté ver algunas cosas sobre Helen que antes no había querido enfrentar. Ella funcionaba mejor bajo toda la tensión, la presión y el sigilo de nuestra aventura que cuando las cosas llegaron a la normalidad. Por eso nuestro amor murió en cuanto terminó la aventura y comenzó el matrimonio.
Cuando pude ver todo esto con sinceridad comencé a recuperarme de la inmensa furia que había sentido contra ella desde su muerte. Estaba furioso porque el hecho de estar con Helen me había costado mucho: mi matrimonio, en muchos sentidos el amor de mis hijos, y el respeto de mis amigos. Creo que me sentía enfadado.

La atracción de Charles hacia Helen

Hermosa e incitante cuando se conocieron, Helen pronto proporcionó a Charles felicidad sexual, ciega devoción y un amor que lindaba con la reverencia. La fuerte atracción que experimentó Charles a pesar de tener un matrimonio estable y bastante satisfactorio casi no requiere explicación ni justificación.
Simplemente, desde el comienzo y durante todos esos años de su romance, Helen se dedicó de lleno a profundizar el amor que Charles sentía por ella y hacer que la larga lucha de él por deshacerse de su matrimonio fuese soportable e incluso valedera.
Lo que sí merece explicación es el repentino y visible desinterés de Helen por el hombre al cual había esperado y por quien había sufrido tanto tiempo, una vez que él quedó en libertad de compartir una vida con ella ¿Por qué lo amó tanto mientras estuvo casado y luego, rápidamente, se cansó de él cuando ya no lo estaba?
Porque Helen sólo quería lo que en realidad no podía tener. Para tolerar una interacción prolongada con un hombre, personal y sexualmente, necesitaba la garantía de la distancia y la inaccesibilidad que proporcionaba el matrimonio de Charles. Sólo en esas condiciones podía entregarse a él. No podía soportar cómodamente una pareja verdadera que, libre de las demoledoras presiones del matrimonio de él podía desarrollarse y profundizarse sobre una base distinta de su lucha mutua contra el mundo. Helen necesitaba la excitación, la tensión y el dolor emocional de amar a un hombre inaccesible a fin de poder relacionarse. No tenía prácticamente ninguna capacidad para la intimidad, ni siquiera para mucha ternura, al no tener que luchar por ganar a Charles. Una vez que lo ganó, lo desechó.
Sin embargo, a través de esos largos años de espera, ella tenía todo al aspecto de una mujer que ama demasiado. Realmente sufría, languidecía y lloraba por el hombre a quien amaba pero a quien no podía tener de verdad. Lo experimentaba como el centro de su ser, la fuerza más importante de su mundo... hasta que lo tuvo. Entonces la realidad de él como pareja, al no existir más el romance agridulce de su aventura ilícita, ya no la elevaba hasta la emoción de la pasión que había disfrutado durante nueve años con ese mismo hombre.
A menudo se observa que cuando dos personas que han mantenido una relación durante años finalmente se comprometen a casarse, la relación pierde algo: pierde la excitación, y el amor desaparece. El hecho de que esto suceda no necesariamente se debe a que han dejado de intentar complacerse. Puede ser porque uno o el otro, o ambos, al hacer ese compromiso, han excedido su capacidad para la intimidad. Una relación sin compromiso permite estar a salvo de una intimidad más profunda. Con el compromiso, a menudo se produce un repliegue emocional en un esfuerzo dirigido a la autoprotección.
Eso es precisamente lo que ocurrió entre Helen y Charles. Charles, por su parte, ignoró todas las señales de la falta de profundidad emocional de Helen, debido a que se sentía halagado por su atención. Lejos de ser una víctima pasiva de las maquinaciones y manipulaciones de Helen, Charles no quería admitir esa parte de la personalidad de ella incompatible con la visión de sí mismo – una visión que ella había fomentado y él quería creer – según la cual él era inmensamente adorable y sexualmente irresistible. Charles vivía en un mundo de fantasía construido con sumo cuidado por Helen durante muchos años, sin deseos de estropear la ilusión que su ego había llegado a adorar. Gran parte de la ira que sintió ante la muerte de Helen estaba dirigida a sí mismo, lo cual descubrió cuando, tardíamente, admitió su propia negación y el papel que él había jugado en la creación y perpetuación de la fantasía de un amor abrasador, que finalmente dio como resultado el más estéril de los matrimonios.
Texto extraido del libro Las Mujeres Que Aman Demasiado